Habrá que destruirlo todo para poder volver a empezar.

«A pesar de que nadie encuentras explicación ni quisiera buscarla, había perdido el mar años atrás. De un día para otro se había retirado kilómetros y se había llevado la playa, los peces y el ánimo de sus habitantes. Aun así, el pueblo seguía impregnado de un aroma de salitre que inundaba las pescas como inundaba las calles. ocupaba el espacio vetado de las palabras».

Antes de que Cati naciera, durante una noche de tormenta el mar se alejó para siempre de Montanau, el pueblo de sus abuelos, y, por sorprendente que sea, es un tema del que no se habla.

Montanau era un pueblo de costa tranquilo. Sus vecinos vivían de la pesca, pero todo aquello quedó sepultado en la arena de las dunas, que sustituyeron al espacio antes ocupado por el mar y las olas. A partir de ese momento, la localidad y sus habitantes sufrieron una gran transformación.

Cati sabe poco de todo, porque nadie dice nada, ni siquiera su familia. Pero ella está decidida a averiguar que se esconde en realidad bajo las dunas aparte de mitos, reproches, dolor y silencio, a la vez que también busca cuál es su sitio en la vida.